Aprendizaje Cooperativo

"El trabajo del maestro no consiste tanto en
enseñar todo lo aprendible, como en producir en el
alumno amor y estima por el conocimiento."
John Locke (1632-1704)


Nuestro rol como docentes podría y debería en todo momento ser el de educadores, es decir aprovechar todas las situaciones cotidianas para volverlas motivo de aprendizaje. Nuestro papel no es ser jueces que sancionen conductas inadecuadas o evalúen estrictamente los conocimientos que se suponen deben de adquirir, sino ser facilitadores del aprendizaje a través de la motivación.
Por otra parte, los maestros somos los mediadores en los procesos de aprendizaje, como motivadores, como transmisores de mensajes y como seleccionadores de los estímulos que llegan al los alumnos. Es muy importante tener en cuenta que las capacidades intelectuales, psicomotora y emocionales son indispensables, pero sólo tienen sentido si están al servicio de las actitudes. Si sumamos la actitud a la amplitud de conocimientos estaremos formando personas competentes para desenvolverse en cualquier ámbito de la vida.
Una de las técnicas más eficientes para obtener efectos positivos en los resultados académicos y en la práctica de habilidades sociales es el Aprendizaje Cooperativo ya que promueve el sentido de cooperación y el trabajo en equipo, establece mejores relaciones en el grupo de alumnos, aumenta el autoestima de los estudiantes, se sienten motivados y aprenden más.
Es importante resaltar que en cada grupo de niños existe una gran variedad de personalidades, hay niños que son líderes, otros alegres, tímidos, unos aprenden rápido, otros despacio y hay niños que tienen la habilidad de relacionarse con los demás. Desde mi experiencia creo que el aprendizaje cooperativo es una herramienta muy útil en el salón de clase, ya que los maestros podemos explotar el potencial de cada niño para que el grupo tenga cierto balance. Al formar grupos de trabajo los líderes son capaces de nivelar a los niños que aprenden a un ritmo diferente y todos aprenden de todos porque no tienen la presión de una persona adulta todo el tiempo, lo que convierte el contexto escolar en un ambiente mas relajado y apto para el aprendizaje.